viernes, abril 19, 2024

Expediente 2017

2018

Por Luis Velázquez

Desde Boca del Río, el alcalde construye, arma, teje, su candidatura panista a gobernador de Veracruz, 2018/2024. Seis años en el poder imperial y faraónico. En la silla embrujada de palacio. La silla que por lo regular a la mayoría enloquece.

Su primer campanazo fue cuando los ediles del PAN y PRD tomaron el palacio de gobierno que fue imperio y emporio de Javier Duarte.

Tiempo aquel cuando el presidente municipal se adueñara del micrófono, la línea ágata y los resplandores.

Después, cuando su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, integrara el gabinete legal y ampliado, y él quedara con varias posiciones claves…de cara, digamos, al 2018.

Ahora, un nuevo campanazo ha asestado Yunes Márquez, el primogénito del góber azul.

Y ha sido en el corazón del pueblo jarocho con el asunto del club de los Tiburones Rojos y que significa la pasión desaforada de la fanaticada.

Pero más aún, cuando en cada sexenio, el gobernador en turno hace y deshace con el club deportivo, y lo peor, sin rendir cuentas a nadie.

Hoy, y por obra y gracia de Javier Duarte, el prófugo de la justicia desde hace 117 días, el concesionario es el diputado federal y magnate orizabeño, Fidel Kuri Grajales, y a quien el alcalde boqueño le ha declarado, de hecho y derecho, la guerra.

Y así, abandera una nueva causa para asestar un parteaguas.

Basta ya, por ejemplo, de que en cada sexenio los Tiburones Rojos sirvan para enriquecer las alforjas de un particular.

Y si, como se afirma, el club en ningún momento significa un negocio, entonces, de plano, venderlo.

Y más, mucho más, en tiempo de austeridad, luego, incluso, del saqueo inusitado en el duartazgo.

Mucho, entonces, se duda, que Fidel Kuri eluda los tambores de guerra sonando en las puertas de Jericó.

Y más, porque de igual manera que en el duartazgo Kuri Grajales usufructuó privilegios y canonjías que llegaban, por ejemplo, a cien millones de pesos anuales, más gratis toda la operación, ahora en la Yunicidad busca repetir.

Y en su osadía, ni modo, “ha topado con pared”.

Ya parece que los Yunes azules caerán en su juego, y lo peor, en su chantaje, pues, además, el club deportivo es propiedad del gobierno de Veracruz, mejor dicho, patrimonio social (y deportivo) de la población.

REGLAS QUE HAN DE JUGARSE

En la campaña electoral del año anterior, Fidel Kuri amenazó con llevarse, ajá, como si fuera de su propiedad, al club deportivo a otra entidad federativa, en caso de que Miguel Ángel Yunes Linares ganara la gubernatura.

El candidato priista perdió y Fidel Kuri se dobló en sus desplantes y alardeos.

Dos meses y once días después de iniciada la Yunicidad, el alcalde boqueño ha “tomado al toro por los cuernos”.

Uno: Kuri se resiste a pagar los impuestos de acuerdo con la ley. Quiere, como en el duartazgo, imponer su ley.

Y el tiempo “se le acabó”.

Dos. El alcalde: “Le puedo cancelar y le puedo clausurar la taquilla. Eso sí lo puedo hacer. Ya se le dio una semana y si el señor no responde se lo voy a hacer y no me va a importar porque no vamos a permitir ningún chantaje de este tipo”. (Notiver, Pedro Muñoz Zamudio, jueves 9 de febrero)

Está avisado, pues.

Tres. Y más, porque Kuri “quiere utilizar el estadio gratis, el nombre de los Tiburones gratis y no quiere pagar absolutamente nada”.

Cuatro. Y si el orizabeño usufructúa ya concesión otorgada por Duarte, de igual modo como Luis Ángel Bravo Contreras, nombrado por la LXIII Legislatura para un periodo de nueve años, fue obligado a renunciar, el antecedente también se repetiría con Kuri.

Cinco. Y más, cuando “este señor” se sintió y creyó favorecido por los dioses y dado los desplantes mesiánicos a que está acostumbrado acusó de “persecución” al Ayuntamiento boqueño.

Seis. Incluso, hasta dijo que se trataba de “una persecución política”, lo mismo que expresara con el caso del diputado federal, Antonio Tarek Abdalá, acusado de desviar recursos por más de dos mil millones de pesos del Seguro Popular y que fue embarrado por Leonel Bustos, el ex director que estuvo once días preso en el penal de Pacho Viejo.

“HACER VALER LA LEY”

Se trata de un buen agarrón, mejor dicho, de una extraordinaria oportunidad, para que, y de paso, Miguel Ángel junior se posicione más, mucho más, de cara a la elección del candidato panista a gobernador el año entrante.

“Este señor, ha dicho, ya no puede hacer lo que le plazca. Y tiene que pagar los impuestos como cualquiera. Vamos a hacer valer la ley”.

Y es que ahí, en la aplicación de la ley, está la clave para restablecer el Estado de Derecho en un Veracruz lastimado y herido en los derechos humanos, y en las garantías constitucionales, y en el respeto a la libertad y a la dignidad, y que se tradujera durante el duartazgo en el saqueo despiadado y brutal de las arcas, tanto federales como estatales, y en un río de sangre y valle de la muerte con secuestrados, desaparecidos, asesinados y fosas clandestinas.

Yunes Márquez abandera una causa, cierto, política, pero más aún social.

El Veracruz del saqueo y la impunidad y/o el Veracruz del Bienestar Social, en que nada ha de estar fuera ni encima de la ley.

El Veracruz de las tribus priistas tipo Javier Duarte, amigos, socios y cómplices, ante el Veracruz de los intereses comunes.

El Veracruz de un solo hombre y sus aliados (los Javier Duarte) o el Veracruz, la casa de todos.

Y, de paso, claro, mirando el bosque, el futuro que viene.

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