Barandal

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Por: Luis Velázquez

•Piden cuentas al IPE

•“Divide y vencerás”

•Un frente más abierto

PASAMANOS: 41 días después de la Yunicidad, el barco tiene ya la primera fisura. Ha sido en el Instituto de Pensiones, IPE. Los líderes sindicales tronaron en contra del director Hilario Barcelata. Y fue de frente, sin rodeos. Y a través del primer desplegado, evidenciando el estilo personal de gobernar y ejercer el poder.

Y los dirigentes se han ido a la yugular. Lo menos, aseguran que el director es un bocón. Lengua floja. Lenguaraz, que se está pasando de vivo.

Ya de por sí ha venido haciendo agua. Por ejemplo, mientras el gabinete legal y ampliado cacarea la existencia de “aviadores” y busca reducir el gasto público, el director del IPE ha contratado a un mínimo de 30 personas. Entre ellas, a unas diez, quince acaso, barbies, su debilidad. Incluso, hasta le apodan “El loco seductor”.

Más aún: a los 40 días ya había despedido a varios funcionarios que él mismo nombró. Uno de ellos, Celestino Acosta, subdirector jurídico. Otra más, la titular de “Vigencia de derechos”, según las versiones, porque la acosó y ella lo rechazó.

Ahora, los líderes sindicales, Mario Hernández Sánchez, sección 56 del SNTE, y Enrique Levet Gorozpe, FESAPAUV, y el consejero Enrique Cruz lo desafían. Una página pagada en el “Diario de Xalapa” y en “La jornada Veracruz”.

Los puntos sobre las íes:

Usted, Hilario Barcelata, le recuerdan, habla de “aviadores” en el IPE.

Y de pensiones y jubilados fuera de la ley.

Y de bienes del IPE invadidos por los profetas de la inestabilidad.

“Ni nos consta ni hemos avalado” tales acciones, le precisan, como miembros del Consejo de Administración.

Y por tanto, expresan en un ultimátum, usted ha de demostrar sus dichos.

¡Qué nece(si)dad de llegar a tales niveles!

BALAUSTRADAS: Peor tantito:

Los líderes sindicales también aseguran en el desplegado que Barcelata, investigador con licencia y sin goce de sueldo en la Universidad Veracruzana, ajá, los está menospreciando en su dirigencia.

Y por añadidura, dando juego a asociaciones de jubilados sin representatividad laboral.

“Grupos minoritarios y temerarios” les dicen que sólo buscan desestabilizar y manipular con informaciones erróneas a los derechohabientes.

Y más, porque ellos, los líderes, miembros del Consejo de Administración del IPE, representan al 90 por ciento de los jubilados.

Y por ningún concepto se vale el doble, triple juego del economista que en su tiempo como articulista aseguraba que en el IPE hay pillos y ladrones, refiriéndose, claro, a los dirigentes sindicales.

Todos ellos están contando los días para una junta del Consejo y enfrentar al director, cara a cara, exigiéndole demuestre con hechos jurídicos, papeles, escrituras, estados contables, el despapaye administrativo del que habla.

Ya de por sí Veracruz está revuelto. Mucho daño de todo tipo (político, social, económico, financiero, de seguridad, educativo, de salud, laboral) heredó Javier Duarte, el prófugo de la justicia desde hace 88 días.

Y todavía, de ñapa, el director del IPE tirando gasolina al fuego volcánico.

Barcelata, nombrado en el IPE por dedazo, fast track del secretario General de Gobierno, Rogelio Franco Castan (sin acento en la “a” porque así fue expedido en diez días su título de licenciado en Derecho por la Universidad Veracruzana), se ha vuelto una piedrota en el zapato yunista.

En vez de unir, desune. En vez de conciliar intereses para seguir empujando la carreta, destruye, aviva los rencores, multiplica el odio.

En un gesto perverso del poder, divide y fragmenta.

Mucha, demasiada, entonces, ha de ser la confianza que el góber azul tiene en él para estar haciendo y deshaciendo.

Y más, porque la mayor parte de los líderes del Consejo de Administración del IPE tiene muchos, muchísimos años en el pandero, y ni modo que la Yunicidad los vaya a excluir así nomás, porque ya llegamos nosotros.

ESCALERAS: Es la hora de la unidad para estar abriendo más frentes.

Claro, nadie dudaría de que Hilario Barcelata actúa así, porque su jefe inmediato, Rogelio Franco, “tira la piedra y esconde la mano”, él mismo rijoso, como cuando, por ejemplo, con los presidentes municipales del PRD se plantaba en la escalinata de la Catedral de Xalapa para reclamar a Javier Duarte la entrega de las participaciones federales.

Y/o cuando sus alcaldes tomaron el palacio de gobierno y al día siguiente, previo acuerdo, se unieron los del PAN y durante 18 días.

Y como entonces ser oposición era más fácil, han de creer que con tal espíritu belicoso pudieran, digamos, sacar ganancia, digamos, de cara a la elección de candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores.

Pero de igual manera estaría ocurriendo que el director se mueve por la libre, porque desea llamar la atención.

El caso es que con todo, nada se gana creyendo que dividiendo la Yunacidad ganará.

Y si en el duartazgo, los copipes organizaban caminatas cada mes reclamando el pago de las pensiones, de continuar así, y luego del desplegado de los líderes sindicales, ahora serán ellos quienes en número impresionante se apoderen de las calles y avenidas.

Bastaría referir que en el FESAPAUV hay unos siete mil maestros de la UV, fieles y leales seguidores de Enrique Levet, uno de los más enfurecidos con Hilario Barcelata.

Cuidado, porque si el director del IPE cumple su advertencia de un cambio en el manejo de las pensiones, igual que cuando en el ISSSTE de Felipe Calderón reproduciendo el modelo chileno de Augusto Pinochet, el asesino de Salvador Allende, entonces, Xalapa y el resto de Veracruz se llenarán de marchas incendiarias.

El desplegado del martes 10 significa apenas, apenitas, una caricia diplomática.