Orizaba, Ver.- El gobierno de Javier Duarte no sólo detuvo el desarrollo económico del estado, sino que incluso hizo que descendiera siete lugares en el mapa nacional y provocó el aumento del costo promedio de la deuda, que pasó de 5.3 al 5.8 por ciento. La entidad está a cuatro lugares del listado final de estados en el país, según da a conocer un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

De acuerdo con el «Índice de Competitividad Estatal 2016», se expone que hay estados del país que retrocedieron, entre ellos Veracruz. Veracruz bajó siete lugares del 21 al 28, porque cayó seis posiciones en Gobiernos, seis en Economía y cinco en Derecho. Resalta el aumento en el costo promedio de deuda de 5.3 a 5.8%.

A diferencia de las entidades que decrecieron, en los estados que aumentaron su crecimiento, «sus industrias son competitivas. Los estados exportadores son estados industrializados además que la industria manufacturera es el pilar de las exportaciones y detonar su crecimiento es crucial para impulsar a las entidades rezagadas».

En el mismo informe se apunta que los estados más pobres, «se especializan en productos de exportación de bajo valor agregado, como frutas, azúcar, minerales, carne, entre otros, mientras que los estados más ricos se especializan en productos de exportación complejos que requieren procesos sofisticados de manufactura como autos, autopartes, aeronaves, computadoras, entre otros».

La competitividad de los estados, de acuerdo con el comunicado, se traduce en una mayor productividad para la economía de los estados y bienestar para sus habitantes, «por ello el Índice de Competitividad Estatal 2016 está compuesto por 100 indicadores, categorizados en 10 subíndices. El análisis muestra los avances y retrocesos en cada uno de los subíndices en las 32 entidades. De 2012 a 2014, de los indicadores evaluados, 53 mejoraron, 30 retrocedieron y 17 se mantuvieron igual».

En el documento el IMCO hace una serie de propuestas para que en aquellos estados en donde hay problemas de crecimiento, como Veracruz, se sienten las bases para resolver el problema. Una muestra de ellos, se explica, «es incentivar el empleo formal que es la mejor estrategia de combate a la pobreza; la supervivencia de la empresa formal debe ser objetivo de la política pública, debido a que la empresa formal que crece y sobrevive es un medio indirecto, pero eficaz para combatir la pobreza.

La infraestructura inteligente es otra de las medidas y se pretende utilizar las agendas estatales de innovación para desarrollar planes curriculares pertinentes de educación técnica y superior así como desarrollar planes de infraestructura alineados a la generación de industrias: con análisis costo-beneficio, número de beneficiarios, priorizar por retorno de la inversión, además de facilitar la creación de empresas y fomentar su crecimiento.

Otra acción es la simplificación de trámites mediante gobierno electrónico y ventanillas únicas, capacitación financiera y acceso a capital, asignación de subsidios y recursos de manera transparente y competida.