miércoles, abril 24, 2024

Reflexión Política

Por: Diego Rodrigo

Con la muerte de Juana Consuelo Méndez Vázquez, secretaria general del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo de Veracruz (STSPEV), la dirigencia de ese organismo queda acéfala, pues a pesar de ser electa en el Congreso del pasado 28 de agosto, no había recibido aún la toma de nota. Admer Antonio Galicia Campos, señaló lo anterior, y reconoció que los estatutos del gremio no contemplan una situación como la que se presentó, con el deceso de la recién elegida lideresa que no contaba aún con el reconocimiento oficial.

“Ellos aún no tienen firmada por los delegados el acta que valida su triunfo; entonces, al no contar con el acta, no tienen la toma de nota y con la muerte de la señora el Tribunal dudo mucho que se vaya a prestar a entregarles una toma de nota con una difunta, una representante que aún no tenía el triunfo asegurado”, explicó.

Está acéfala, porque para empezar el Tribunal no tiene un acta donde se hable sobre la asamblea, no hubo una votación; incluso, el Notario Público reconoce después cuando lo abordamos que le pedimos el acta constitutiva de la asamblea y nos dice que no hay ningún acta porque no se pudo elaborar, incluso alevosamente Faustino García Fernández toma protesta sin la presencia de la señora, porque la señora se la tuvieron que llevar de la asamblea; se proclaman ganadores de una elección que no fue legal y sin el aval de ninguna autoridad. Asimismo, lamentó que quien fue parte de la planilla que catapultó a Juana Consuelo Méndez y fungía como Secretario de Trabajo y Conflictos, Faustino García, quiera confundir a la opinión pública, así como a los trabajadores para imponerse como Secretario General.

Insistió en que de acuerdo a la ley y a los estatutos, se debe llevar a cabo un nuevo proceso de elección, para que se ratifique el triunfo de la Planilla “Amarilla” que encabezaba la extinta líder o, en su defecto, la base y delegados elijan a otra.

No es legal lo que el señor Faustino está diciendo en relación con que él subiría, los estatutos de antemano no estaba contemplado una situación de ese tipo sino que se debería hacer una nueva votación, una nueva elección, donde la clase trabajadora, sobre todo los delegados, ratifiquen su triunfo de esta Planilla “Amarilla” que ellos llevaban, apuntó.

Y es que se mencionó que el año pasado se modificaron los estatutos, por lo que ahora será por escalafón quien asuma la dirigencia del STSPEV por un periodo de tres años y hasta 2018 cuando se emitiría una convocatoria para realizar nuevas elecciones.

Con la novedad de que, a falta de propuestas viables y congruentes que convenzan a los ciudadanos de acudir a las urnas cuando hay elecciones, ahora quieren que sea a la fuerza.

La senadora panista Sandra Luz García Guajardo propuso en la tribuna de la Cámara alta una iniciativa para reformar artículos 447 y 456 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, en la que se considere la no emisión del voto como una infracción de los ciudadanos, dirigentes y afiliados a partidos políticos.

El castigo propuesto contra los integrantes del “partido abstencionista” es la suspensión de la credencial para votar como documento de identificación oficial durante un año. Y en caso de reincidencia, por el doble del tiempo.

Si bien es cierto que el ejercicio del voto está considerado tanto un derecho como una obligación, pretender castigar a una persona por no sufragar se antoja un tanto excesivo. Más aún, cuando el elector se enfrenta a propuestas pobres, vacías y mentirosas, como las que generalmente se escuchan en campañas.

Así que se podría empezar por sancionar a los partidos que postulen sátrapas, demagogos, ladrones en busca de fuero o míseras comparsas. A lo mejor así sí se incrementa la participación electoral.

La Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm) estimó que los medicamentos importados sufrirán un incremento en sus precios de hasta 35 por ciento durante el año, el cual se haría efectivo hacia los meses de noviembre y diciembre.

Las medicinas más castigadas por la depreciación del peso frente a la divisa norteamericana serían los que se utilizan para tratar la diabetes y la hipertensión, ya que la materia prima para elaborarlos es de importación prácticamente en su totalidad.

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