Otro mal día para las mujeres
Luis Velázquez
ASESINADA Y TIRADA EN UNA MALETA
El jueves 26 de noviembre fue otro mal día para las mujeres de Veracruz.
En el río Cotaxtla, por ejemplo, a la altura de Medellín, apareció flotando el cadáver de un hombre. Desconocido. Arrastrado por las aguas. Empujado a la orilla en su paso por el pueblo de Omar Cruz y Moisés Sánchez. 45 años. Cadáver putrefacto. Un dedo de la mano cercenado.
El mismo jueves, cerca de la zona industrial Bruno Pagliai, en el puerto jarocho, un trailero, originario de Guadalajara, Jalisco, fue asesinado. Le asestaron un tiro cuando se opuso a un robo. Desde una motocicleta le dispararon, con el mismo estilo con que los carteles operaban en Colombia, y luego en México y en Veracruz.
El mismo día, sin embargo, en el puerto jarocho, Ramón Poo Gil presidente municipal, en la colonia Zaragoza, apareció una maleta. En el interior, los cachitos de una mujer. Su cadáver en estado de descomposición. Cercenado. Olores nauseabundos alrededor. Manifiestas huellas de tortura y violencia. Sobre la maleta un montón de cal dispersa alrededor para, digamos, evitar, disminuir, los malos oleres. 30 años. Desconocida. Depositada en el anfiteatro.
El hombre, flotando. El trailero, asesinado de un balazo. La mujer, torturado, ejecutada, cercenada, metidos los restos en una maleta y abandonada en la vía pública, entre las calles Tuero Molina y Fray Bartolomé.
Tal cual, a las mujeres les fue peor. Como siempre, y más cuando horas antes en el mundo efectuaron el día internacional en contra de la violencia femenina.
¡Vaya conmemoración! ¡Vaya Veracruz! ¡El Veracruz de Arturo Bermúdez y Luis Ángel Bravo Contreras!
Ahora solo falta que desde el gabinete policiaco digan, antes, mucho antes de la investigación, que la muerta fue identificada y ella fue la culpable de tanta saña.
MUCHA, DEMASIADA, EXCESIVA SAÑA
Mucha saña en Veracruz en contra de las mujeres.
Sólo quizá como referencia: el asesinato de 40 puñaladas de una chica de 20 años en Córdoba cometida por un mesero de Huatusco.
El crimen de una señora de 20 puñaladas en Orizaba.
El secuestro, ultraje, crimen y su cadáver tirado en el patio trasero de la comandancia policiaca de Atoyac de una chica de unos 18 años, a cuyo cadáver los zopilotes, se infiere, arrancaron los ojos.
El plagio y crimen de dos hermanas en Papantla, los cadáveres tirados en un río.
El secuestro, crimen y sepultura en fosa clandestina de la niña Karime Alejandra, de 5 años, en Coatzacoalcos.
La reportera Yolanda Ordaz de la Cruz, de Notiver, secuestrada en su domicilio particular, desaparecida, ultrajada, asesinada, decapitada y tirada en una calle de Boca del Río.
El asesinato de una chica de 19 años en Carlos A. Carrillo, no obstante que los familiares pagaron el rescate.
El número incalculable de mujeres desaparecidas de norte a sur y de este a oeste de la tierra jarocha.
Mucha, demasiada, excesiva saña.
Y no obstante, allá que la secretaría de Gobernación decida si en Veracruz procede la Alerta de Género, tal cual como fue declarada en los estados de México y Morelos.
Y todavía de ñapa, el club de Tobi.
De los 212 presidentes municipales, solo 35 son mujeres, cuando mínimo debieran ser 106.
De los 50 diputados locales, solo trece mujeres, cuando debieran ser 25.
Sólo un par de mujeres en el gabinete legal del gobierno de Veracruz.
El colmo: la mayor parte de las mujeres aquí, en el territorio jarocho, son asesinadas… a madrazo limpio por sus parejas violentas, iracundas, celosas según la estadística.
Desde el poder sexenal alardean que la mujer está privilegiada en la política pública.
LA PESADILLA QUE PADECEMOS
Caso de la mujer ejecutada, cercenada y arrojados sus cachitos en una maleta:
¿Por qué llegar a tales extremos si ya había sido torturada?
¿Por qué luego de la tortura el asesinato?
¿Por qué luego del crimen, destazada?
¿Por qué luego de destazarla, acomodados sus restos en una maleta?
¿Por qué luego de tirar sus pedazos en una maleta, arrojar la maleta en la vía pública?
Demasiada, excesiva saña.
En el otro lado de la mesa alguien preguntará el pretexto, el motivo, para llegar a tal nivel de degradación humana y social, rencor, odio, venganza digamos.
Imposible, dirían desde el gabinete de seguridad, un policía por cada mujer, quizá por cada familia.
Tal cual, y sin preámbulos, diríamos que estamos en la descomposición ética, moral, social, política de la vida local.
Pero al mismo tiempo, habría de preguntarse las razones para llegar en Veracruz a tal grado de descomposición social.
Sin embargo, ¿por qué la saña contra las mujeres, más, mucho más que contra los hombres?
La pesadilla que vivimos y padecemos…