sábado, abril 20, 2024

Malecón del Paseo

*Big brother de Beltrones

*Primero, programa de gobierno

*Luego, el candidato, ajá  

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Igual que Penélope que tejía y destejía, ahora, el presidente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones ha tirado su red para zurcir las heridas tricolores en Veracruz, a propósito de la elección del candidato a gobernador.

Tal cual, dice, por ejemplo, que antes de que de Los Pinos emane el humo blanco, habrá, primero, una cosita llamada “Diálogos por Veracruz” (una tomadura de pelo), y así, integrar un “programa de gobierno” al que el candidato se apegue (segunda tomadura de pelo).

Elementos distractores, pues, para entretenerse, mientras ven si ganan tiempo al tiempo para planchar a los inconformes y disidentes de la misma familia priista.

Bastaría recordar que cuando Jesús Reyes Heroles era líder nacional del partidazo lanzó su programita de gobierno para el candidato presidencial y cuando el presidente en funciones quiso y se le pegó la gana… lanzó a su candidato.

A todas luces, Beltrones busca ganar tiempo cuando, caray, está claro que la efervescencia partidista en Veracruz ha rebasado todas las expectativas y como dijera el señor de las parábolas, “las manzanas podridas” ya se está cayendo del árbol del paraíso.

Es decir, el juego sucesorio por la silla embrujada de palacio se anticipó demasiado tiempo y ahora las pasiones están desatadas, imparables, como un río desbordado, un tsunami entrando al pueblo, un volcán en erupción.

Pero además, con un gran riesgo partidista, como es la tierra fértil para que la división entre los duartistas y los senadores siga multiplicándose al grado de resultar difícil mirar la posibilidad de una reconciliación.

El último hecho lo justificaría: el senador Pepe Yunes se abstuvo de asistir al cambio de presidente del CDE del PRI el sábado 24 de octubre en el WTC de Boca del Río.

En tanto, Héctor Yunes asistió pero bajo protesta, dijo, a tal grado que mientras el presídium estuvo ocupado por unos doscientos priistas, Héctor Yunes fue enviado a una silla en medio del montón.

ROMPEOLAS: Esa cosita de “Diálogos por Veracruz” anunciada por Beltrones es un Big Brother, un reality-show.

Pareciera que está conduciendo la candidatura por la presidencia de la sociedad de alumnos en la facultad de Leyes.

Por varias razones, entre otras:

Uno. Es una baraja sacada de la manga de la guayabera para distraer a la militancia, y de paso, a la elite priista.

Dos. A nadie importa esa cosita llamada “programa de gobierno” cuando hay un Plan Estatal de Desarrollo… que nadie respeta ni menos cumple.

Tres. Los graves y grandes pendientes sociales de Veracruz son claros y lo único que siempre ha faltado es la voluntad política para una solución inmediata, rápida, eficaz y eficiente.

Cuatro. Nunca en la historia priista los “Diálogos” para un programa de gobierno han funcionado. Puros rollos que ni siquiera, vaya, a los expositores interesan.

Cinco. Beltrones dijo que la decisión del candidato priista será tomada “hasta que tengamos programa de gobierno” significa una vacilada total y absoluta que dadas las pasiones tan desordenadas se ignora su desenlace.

Y más cuando el mismo Beltrones ya lleva, mínimo, un par de fracasos para disciplinar a los senadores priistas a favor de Javier Duarte.

El primero, en la comelitona en el restaurante “El lago”, en el DF, donde con el senador Emilio Gamboa Patrón quisieron plancharlos y fallaron.

Y el segundo, con el plantón de Pepe Yunes Zorrilla a la ceremonia priista del sábado 24 de octubre en el WTC de Boca del Río.

Los senadores priistas son “un hueso demasiado duro de roer”.

ASTILLEROS: Beltrones está jugando en doce carriles al mismo tiempo de cara a la elección de candidatos a gobernadores en igual número de entidades federativas.

Y en cada estado de la nación las pasiones alcanzan decibeles imaginables, de tal manera que en cada caso necesitará planchar, y planchar bien, a los actores políticos locales.

Y más, como en Veracruz, donde el señor Javier Duarte está obsesionado con imponer a uno de los suyos como candidato para luego empujar el triunfo en las urnas como una medida desesperada para ganar impunidad los próximos dos años tanto para él y su familia como para los suyos.

Y más, porque tanto Pepe Yunes Zorrilla como Héctor Yunes Landa han sido categóricos hablando de la corrupción política y la firme decisión de enviar a la cárcel a los políticos pillos y ladrones, “peces gordos” de los últimos doce años en la tierra jarocha.

Incluso, los compadres Beltrones y Emilio Gamboa Patrón han dado muestras de estar del lado del gobernador, toda vez que las elites en el poder suelen ponerse de acuerdo en lo oscurito.

Beltrones saca su baraja con los llamados “Diálogos por Veracruz” para derivar un programa de gobierno.

La patraña pura. El Big Brother. El reality show.

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